domingo, 14 de octubre de 2012

Apuntes hacia ningún sitio



Mientras, agonizo[i]


La  agonía es lo más cercano a la muerte,  a la propia, la de uno, la muerte que nos llega, irreversible, irremediable, definitiva. Agonizar es vivir la puerta de la muerte. Abrirla. Verla. Sentirla.

Los sentidos al servicio de la última, no importa que sea prolongada, experiencia sensorial. Es, con mucho, la radical experiencia de la vida: tener conciencia de la entrada a la muerte.

La literatura ha aprovechado este estado. El estado del agónico. El estado de la última y absoluta experiencia de estar vivo. Aunque, curiosamente, no como una experiencia de la sensoriedad final sino como un resquicio de la memoria.

La agonía como el depósito de los recuerdos, que se abre en el último instante. Libre de moral. Y, más tramposamente, de tiempo.
Al que agoniza, no le importa el tiempo. Ni el sitio de la agonía. Al menos en la literatura.

En la experiencia literaria, agonizar es fluir, penetrar los espacios, empezar a trascenderla el tiempo. Colocarse por encima (¿por debajo?) del juicio moral.


William Faulkner hizo suya, con singular maestría, esta experiencia, que al cabo del tiempo recibiría el nombre de “fluir de la conciencia”. Técnica que fue aprovechada por Juan Rulfo quién, mediante ella, pudo dar vida a un mundo de muertos animados (ánimas, no zombis) en su Pedro Páramo, por ejemplo. Y así por muchos (todos) los escritores del boom latinoamericano.


El fluir de la conciencia es una invitación para alcanzar el conocimiento pleno, no la objetividad. Ese que se logra mediante la aceptación de la realidad. Aceptar la condición de transitoriedad y finitud, saberse mínimo ante la bastedad del universo. Es esa actitud pasiva la que permite habla de la realidad directamente.

La literatura como ejercicio de la realidad permite saltar fuera de sí, y alcanzar algo más. Que nunca es todo, pero es algo más.


[i] EN relación al más reciente episodio de Imaginaria Jurídica sobre el libro “Mientras agonizo” de William Faulkner http://imaginariajuridica.podomatic.com/

No hay comentarios:

Publicar un comentario