domingo, 30 de septiembre de 2012

De lo que escriben, escribo


Fuga en mí menor
Sandra Lorenzano
Tusquests Editores
37 páginas



La novela es la negación de la historia. Porque la busca, porque la inventa. El futuro de la  vida de Leo, protagonista de la novela, es la negación  del pasado. Lo que se daba por seguro se cuestiona. No bastan las apariencias.

Vivir es escaparse del estatismo, dejar de mirar la foto, interrogarla. Porque la imagen no basta, es necesario ir tras la palabra. No la verdadera, al menos “la que habla del hecho”. La que está anclada en la memoria colectiva y se corresponde a la individual. La palabra que dimensiona y direcciona, la palabra que se opone al olvido.

Y qué mejor que el proceso creativo, el de construcción, para ir construyéndose. Saber hacer es saber hacerse. Inventar es descubrirse.

Se sigue la repetición: la reiteración. La historia que es la misma cada día, en cada página. Acaso se profundiza. Se relee. Se le da nueva luz en cada rehechura. La variación contrasta, pero se repite.

La fuga no es un escape. Es la manera nueva, bifurcada, múltiple a veces, con que se enfrenta la realidad del destino.


Con una intensidad fonética poco común, Sandra Lorenzano teje una historia que bordea los límites de la musicalidad a través del silencio, planteada desde el drama de aquello que da sentido a la existencia del protagonista.

Ahora que escribo, leo que representa el sonido de la liberación; no afirmo, sin embargo “Fuga en mí menor” libera.

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