Fuga en mí menor
Sandra Lorenzano
Tusquests Editores
37 páginas
La novela es la negación de la
historia. Porque la busca, porque la inventa. El futuro de la vida de Leo, protagonista de la novela, es la
negación del pasado. Lo que se daba por seguro
se cuestiona. No bastan las apariencias.
Vivir es escaparse del estatismo,
dejar de mirar la foto, interrogarla. Porque la imagen no basta, es necesario
ir tras la palabra. No la verdadera, al menos “la que habla del hecho”. La que
está anclada en la memoria colectiva y se corresponde a la individual. La
palabra que dimensiona y direcciona, la palabra que se opone al olvido.
Y qué mejor que el proceso creativo,
el de construcción, para ir construyéndose. Saber hacer es saber hacerse.
Inventar es descubrirse.
Se sigue la repetición: la
reiteración. La historia que es la misma cada día, en cada página. Acaso se
profundiza. Se relee. Se le da nueva luz en cada rehechura. La variación
contrasta, pero se repite.
La fuga no es un escape. Es la manera
nueva, bifurcada, múltiple a veces, con que se enfrenta la realidad del
destino.
Con una intensidad fonética poco
común, Sandra Lorenzano teje una historia que bordea los límites de la
musicalidad a través del silencio, planteada desde el drama de aquello que da
sentido a la existencia del protagonista.
Ahora que escribo, leo que mí representa el sonido de la
liberación; no afirmo, sin embargo “Fuga en mí menor” libera.
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