domingo, 12 de mayo de 2013

De lo que escriben, escribo


Leo a Biorges
Álvaro Uribe
Tusquets Editores
118 páginas


El subtítulo de Leo a Biorges, "Ensayo personal, crónica y crítica literaria sobre el trabajo del escritor", intenta describir la materia del libro, apuntar que se compone de géneros diversos, de enfoques variados y que todos, bajo la doble declaración del título, se engarzan en la figura mítica del ser literario.

Libro de apreciaciones, Leo a Biorges ofrece 8 vías de reflexión sobre aspectos comúnmente disímiles. Vale decir: son textos que buscan volver al sitio de partida. Del quehacer literario al quehacer literario pasando por el filtro de la vivencia.

El más extenso de ellos, de donde toma título el libro, se basa en la lectura cuidadosa de Borges, la biografía recopilada y publicada por Bioy Casares reco. Con puntualidad, Álvaro Uribe da cuenta de las tres –un poco menos– semanas  de lectura. Pero más que la lectura misma, importa lo que detona: el cuestionamiento sobre los valores literarios y meta-literarios, la apropiación e invención del personaje de sí mismo, la herencia e influencia de los precedentes, los límites entre ficción vital y realidad literaria. Por ejemplificar.

Con una prosa personal, Álvaro Uribe se aproxima, no al trabajo del escritor sino a su libertad. Acecha y logra mediante estos textos breves dejar un testimonio literario de la literalidad de la vida.

El ejercicio de los sentidos vuelto testimonio literario. La vivencia se hace texto y habita las páginas del libro que somos. La lectura se prolonga en lecturas y escrituras porque el ciclo creativo no tiene ni principio ni fin, es todo comunicación y, como tal, flujo (influjo).

Al final, cito a Juan Goytisolo, “la escritura tiene que ver, no con la realidad evocada, sino con quien la evoca”. Y aquí, Álvaro Uribe evoca una realidad, la suya, para entregárnosla.

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